¿Sabes cómo fijar tus objetivos de ejercicio de forma eficaz?

El primer paso para el éxito de un programa de ejercicio es el establecimiento de objetivos adecuados. Estos objetivos no deben ser demasiado ambiciosos, ya que nos desmotivan, ni demasiado bajos, porque entonces nunca tenemos la oportunidad de desarrollar nuestro potencial.

¿Es más fácil decirlo que hacerlo? Si sigues los siguientes consejos, establecer objetivos ya no será una tarea tan ardua.

¿Qué son los objetivos?

No hay persona en el mundo que no desee algo. Algunas personas sueñan con subir al podio en los Juegos Olímpicos, mientras que otras esperan no quedarse sin aliento al subir las escaleras de su oficina en el tercer piso. Si queremos que los deseos se hagan realidad, debemos actualizarlos y visualizarlos. Para conseguirlos, primero tenemos que establecer puntos de referencia medibles que se denominan objetivos. Los objetivos bien planificados determinan con precisión la intención de nuestras actividades (por ejemplo, el ejercicio), ya que guían, definen y racionalizan nuestra actividad.

 

Establecer objetivos apropiados

  1. El establecimiento apropiado de objetivos se basa en el propósito fundamental del ejercicio que queremos completar (e.g. recreativo, competitivo, de rehabilitación...), nuestra edad, características somáticas, habilidades motoras y funcionales, conocimientos y experiencia, estado de salud y capacidades (materiales, financieras, de tiempo); lo que, a su vez, requiere un análisis exhaustivo de la propia condición física inicial (diagnóstico).
  2. A la hora de establecer los objetivos, es mejor enlazarlos con los anteriores (si ya hemos hecho algo de ejercicio) y a los planes futuros, ya que el ejercicio regular es un proceso a largo plazo; en pocas palabras, el encadenamiento de objetivos debe hacerse en una secuencia lógica de progresión.
  3. Durante el ejercicio, es bueno preguntarse asiduamente si los objetivos que nos hemos fijado se ajustan realmente a nuestro nivel de condición física, a nuestras habilidades motrices, a nuestros conocimientos y a nuestros intereses; si nos damos cuenta de que los objetivos no se han fijado de forma óptima, o tal vez haya una razón objetiva (por ejemplo, una lesión) o subjetiva (por ejemplo, los niveles de motivación, el agotamiento) por la que nuestro rendimiento en el ejercicio ha cambiado, entonces es mejor reevaluar y ajustar nuestros objetivos y plazos en consecuencia.
  4. Ser proactivo cada día es la clave para conseguir nuestros objetivos, sean cuales sean.

Clasificación adecuada de los objetivos

  1. Cuando se establecen varios objetivos al mismo tiempo, es buena idea clasificarlos, ya que no todos los objetivos finales son igual de importantes (por ejemplo, si empezamos a hacer ejercicio como principiantes o después de una lesión, daríamos prioridad a objetivos diferentes que cuando estamos en plena forma); en los deportes de competición, los objetivos a corto plazo suelen ser diferentes en función del ciclo de periodización del atleta.
  2.  Escribimos los objetivos y destacamos los más importantes (los escribimos con letras más grandes o utilizamos colores diferentes).

Realidad y posibilidad de alcanzar los objetivos

  1. Los objetivos deben ser realistas y estimulantes; en última instancia, debemos ser capaces de alcanzarlos, pero no tan fácilmente. Los objetivos deben suponer un reto e inspirarnos, ya que esto nos dará una motivación continua y un sentimiento de orgullo una vez que los alcancemos.
  2. Los objetivos demasiado exigentes que nunca alcanzamos disminuyen nuestra motivación, provocan un estrés constante, ansiedad y una sensación de fracaso; todos estos sentimientos nos desaniman a hacer ejercicio o a alcanzar nuestro potencial.
  3.  En cambio, los objetivos que se alcanzan con demasiada facilidad tampoco nos motivan; y como se hace poco esfuerzo, el progreso suele ser insignificante. Alcanzar estas metas fáciles no nos satisface, y puede llevarnos a temer el establecimiento de metas más altas y exigentes.
  4. Ser conscientes y tener en cuenta nuestros logros a lo largo del camino es necesario para ajustar las metas de manera oportuna mientras nos embarcamos en el viaje para alcanzarlas.

Cuantificación de los objetivos

  1. Los objetivos deben ser medibles, lo que facilita determinar si los hemos alcanzado o no; la información de la evaluación de la condición física nos da la sensación de que vamos por el buen camino y tenemos el control de nuestra fijación de objetivos.
  2. Para ayudar a monitorizar el progreso de nuestros objetivos, podemos utilizar diarios de entrenamiento, marcas especiales (☺, ♡, ✌), palabras de aliento de nuestros seres queridos, o diferentes apps que nos ayuden a establecer y alcanzar nuestros objetivos.

Fijación temporal de objetivos

  1. Para todos los objetivos debemos establecer una "fecha límite" en la que los alcanzaremos.
  2. Normalmente, es bueno establecer objetivos a largo plazo (para un año o más) que son menos concretos y más lejanos. En última instancia, no sabemos si los alcanzaremos o no, ya que su consecución suele depender de otros factores de nuestra vida sobre los que tenemos menos control (por ejemplo, cambios en el estilo de vida; desarrollo físico y motriz constante; dominio del esquí o del tenis); pero los objetivos a largo plazo son importantes para garantizar que seguimos avanzando en la dirección correcta con nuestra planificación diaria.
  3. Los objetivos a corto plazo son más importantes para nuestro propio feedback (para periodos más cortos, por ejemplo, seis semanas); deben ser muy concretos, constatables y estar sujetos a cambios en función de otras circunstancias de la vida.

Especificidad de los objetivos

  1. Los objetivos a corto plazo que establezcamos deben ser específicos y sencillos; cuanto más específicos seamos a la hora de establecer nuestros objetivos, más fácil será comprobar si estamos en el camino de alcanzarlos.
  2. Si entrenamos con un educador físico deportivo, debemos confiar en su pericia a la hora de crear un conjunto de objetivos basados en su experiencia profesional, y que reflejen tus capacidades individuales; es muy importante que los objetivos sean claros tanto para el como para ti, para evitar cualquier malentendido durante la temporada/ciclo de entrenamiento.
  3. Si eres un atleta más experimentado, a menudo los objetivos de rendimiento se establecen conjuntamente con nuestro entrenador.

Interés de los objetivos

  1. Los objetivos que resultan atractivos suelen alcanzarse más rápidamente, ya que la motivación es mayor.
  2. Las metas atractivas son las que son tangibles, convenientemente lejanas, alcanzables y que suponen un reto individual (por ejemplo, para los corredores principiantes, correr de forma continua durante media hora a un ritmo conversacional es un buen objetivo, para los corredores avanzados, participar en un maratón; mientras que los alpinistas avanzados pueden querer conquistar 10 picos de más de 1.000 metros de altitud); la consecución de estas metas nos hace sentirnos emocionados y preparados para el siguiente reto.

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